Es la causa número uno de consulta dermatológica, ya que afecta hasta al 97% de los adolescentes y es frecuente en adultos. Es hereditario y se desencadena debido a múltiples factores como:
Requiere tratamiento oportuno y adecuado para prevenir cicatrices.
Es la segunda causa de atención dermatológica y afecta principalmente a mujeres. Se manifiesta como manchas marrones en algunas zonas de la cara. Es hereditaria y se desencadena por cambios hormonales y/o exposición solar. Requiere atención especializada para evitar que se perpetúe, y porque en general afecta mucho la autoestima del paciente.
Es una inflamación en la piel frecuente a lo largo de la vida. Se manifiesta como enrojecimiento, inflamación y comezón en algunas ocasiones. Puede tener diversos orígenes: factores hereditarios, estrés, exposiciones ocasionales a alimentos, plantas, animales y químicos de uso en la vida diaria, entre otros.
Es el término médico para la caída excesiva de pelo tanto en hombres como en mujeres. Es muy frecuente y se puede presentar por múltiples factores como seborrea (piel grasa), herencia, estrés, procesos químicos estéticos aplicados al pelo, enfermedades metabólicas, dietas muy estrictas, postparto, etc. Se puede prevenir y tratar si se diagnostica a tiempo.
Es la enfermedad más común en las uñas y es causada por hongos. Se puede manifestar como un leve cambio de coloración y/o deformación en una o varias uñas, de pies o manos.
El cáncer de piel ha aumentado su frecuencia hasta 400% en algunas regiones del mundo durante los últimos 25 años. Se debe a diversos factores como:
Puede presentarse sobre lunares o en piel expuesta al sol por mucho tiempo. Si se tiene una mancha nueva o de crecimiento gradual, lo mejor es acudir al dermatólogo para su adecuado diagnóstico y manejo. Siempre requiere tratamiento.
Enfermedad que afecta la cara y se manifiesta con enrojecimiento progresivo y posteriormente aparición de pápulas (granitos) en mejillas, nariz, mentón y frente. Con el paso del tiempo, de no ser atendida, puede afectar los ojos y causar deformidades antiestéticas en nariz, mentón y frente.
Existen más de 2000 tipos de lesiones benignas en la piel, que aparecen y pueden crecer desde la infancia o en la etapa adulta, como fibromas (verruguitas), angiomas (lunares rojos), lipomas (bolitas de grasa), quistes (abscesos), etc. Ninguna pone en riesgo la salud pero pueden ser desagradables a la vista y ser incómodas para el paciente.
Suelen eliminarse fácilmente en manos expertas, con mínimo dolor y en algunos casos sin dejar cicatriz.
Son infecciones que se transmiten de una persona a otra y afectan, principalmente, el área genital, anal y abdominal. Suelen ser muy contagiosas y requieren tratamiento especializado para prevenir su diseminación y obtener una curación oportuna.
El uso adecuado de productos de higiene, humectación y protección solar guiado por un especialista otorga un estado de bienestar y embellecimiento a una piel sana. Se recomienda acudir por lo menos una vez al año al dermatólogo para prevención y mantenimiento.